Borde sin paciencia. Procuro usar y no gastar tiempo. Me encanta aprender y compartir verdanas. Pienso con los pies fríos. Blog sin fecha de caducidad pero de consumo preferente.
miércoles, 10 de julio de 2013
de reenganche...
Todavía recuerdo las noches de reenganche, fiestas en Cedeira, a las 5 salíamos del pub de moda y nos íbamos al Campo del Hospital a pillar el bus de la banda de música.
Nos esperaban en el Mesón Froallo, todos desayunaditos, oliendo a limpio, los más veteranos a Heno de Pravia, los niños a Nenuco y nosotros, oliendo a tabaco y otros humos, etílicos, a noche de fiesta. Aunque el bus solamente llevaba unos 10 km desde Ortigueira, el sueño tempranero era profundo y el silencio solo se rompía al llegar nosotros. Todos buscábamos el sitio mejor, si puede ser con alguien osito, mejor que mejor y así te acurrucabas con él y a dormir... Otros como Migueliño se metían en la guarida, en el asiento donde se colgaban los trajes... Os acordáis de la historia....jajajaja qué risa, el tucutucu...
Nos enfundábamos unas gafas de sol y a intentar llevarlo con la mayor dignidad posible... uy qué cariñas... Salgueiro siempre nos decía: O corpo as fai o corpo as paga... y a veces, con demasiados intereses..jjijijiji
Me acuerdo de María y Javi, todavía eran muy pequeñitos y me contaba Javi una mañana de esas de dormir poco que él los días que tenía que ir a tocar muy temprano no se lavaba la cara, así cuando llegaba al bus podía seguir durmiendo. Si se lavaba la cara ya no dormía más...
Qué tierno!
Ese día nos tocaba tocar el pasacalles de las 10 de la mañana en Monforte. Cuatro horas de viaje, un calor espantoso.
Hicimos lo que pudimos, aunque todo el mundo sabe que con kac como dicen en Polska, se tocaba mejor o no? pero el calor hace que el labio afloje y que los dedos no apuren lo suficiente. Y por encima al director se le ocurre poner 1812... ufff...
Recogimos atriles, partituras, las sillas... ayudamos a los de la percusión y luego nos fuimos a comer al típico restaurante de verano con menú de verano.
Ensaladilla y carne asada.
Todos los días...
Después de comer, a dormir al autobús... y ahí no sé qué pasó..... Creo que los 8 o 9 que estábamos allí pensámos lo mismo, un desmayo colectivo. Sudorosos, con la garganta seca...Agua por favor... nos la íbamos pasando de uno a otro.... No sé cuánto tiempo estaríamos durmiendo pero nos levantamos con una sensación muy rara... quizás un golpe de calor...no sé. Tendremos que preguntarle a Íker, quizás sea un caso de Cuarto Milenio...
Otro día prometo contar la historia de Tercio de Quites...
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario