lunes, 29 de abril de 2013

Dos rombos



Qué gustazo! Hoy hemos comido en la terraza. Este año la primavera no ha sido lo que debería ser y de repente cambiamos la bufanda y el gorro por las chanclas y las gafas de sol.
 - el año pasado aprovechamos más la terraza
 - ya, la verdad es que hace bastante calor. Tenemos que abrir la sombrilla.
 - ¿cuánto había costado? 4 € verdad?
 - No sé, pero aún dura un año más.
 - ¿cuánto duraremos nosotros aquí? ¿y a dónde iremos después?
 - ....

Voy a por los platos, ¿coges tú el agua?
                                                                   Hoy es lunes
Todavía me acuerdo de los lunes de Ortigueira. Todo el mundo sabía que en el comedor del cole los lunes había lentejas y tortilla. Mi madre siempre me decía, ¿cómo te puede gustar más la tortilla del comedor que la que hago yo?. Si ni siquiera son huevos, y las lentejas no llevan chorizo...
No le hacía mucho caso. Me encantaban los lunes y la tortilla con aquella salsa de bote de tomate tipo Orlando...todavía lo puedo saborear... mmmm... pero, mi madre cómo sabía que no eran huevos? ¿Entonces por qué la tortilla era cuasi amarilla? ¿qué le echaban? y lo del chorizo de las lentejas... bah, el chorizo me daba igual. Los lunes eran especiales. El fin de semana (cuando todavía no teníamos edad para llamarle finde) no veía a ninguno de los compañeros de clase y el domingo a la noche ya te dormías pensando qué contarles. Todavía recuerdo esa sensación, ¿y vosotros?

   -"¿Viste el último capítulo de V?"
Era aquella telenovela-serie donde una tal "Dayana" se comía ratones los sábados a las 8 de la tarde y un tal "Donovan" quería acabar con ella. !Qué guapo era!
  - Si, pero Willie es un lagarto bueno?...
Estábamos enganchados desde septiembre a junio. Si te perdías un capítulo...ohhh, catástrofe...de qué hablabas el lunes¿?¿?¿

Los sábados después de V, tocaba cena y cama antes de las 9.
Cuando éramos pequeños nos íbamos con Casimiro para cama. Mi padre se iba con los chiripitifláuticos. A veces nos llamaba así. Me gusta todavía.


Después de la cena Jose y yo parecíamos momias. No peleábamos, no hablábamos...inmóviles para que papá y mamá no notasen que estábamos allí. Acababan las noticias y era el momento de la peli del sábado. Uno de los dos siempre estaba atento para tapar de alguna manera, la esquina superior derecha de la tele.
          (Opciones: ponerse delante, hacer que miren para otro lado, decir que quieres hacer una multiplicación antes de ir a cama. Jajaja.... esto último era lo menos creíble, al menos si lo decía yo. No me gustaban nada, y se notaba. Por eso mi padre se encargaba de ponerme todos los días en el encerado que se escondía detrás de la puerta de la cocina sumas, restas, multiplicaciones, de varias cifras para repasar).
 Esa esquina era la culpable de que no pudiéramos ver ninguna peli. Pero los padres son más listos.
 - veña para cama, xa é moi tarde. Veña chiripitifláuticos...., veña...que vai vir Pedro Chosco
 - jovaaaaa, siempre dices lo mismo pero quién es?
 - si cando veña non estás na cama vaite levar
 - vale, pues que me lleve. Seguro que así podré ver la peli
 - veña, non seas tozudiña...
Siempre que venía Pedro Chosco yo estaba dormida y nunca llegué a verlo. Aguanté muchas noches, horas y horas despierta pero nunca lo ví.

Hoy en Lublin había pescado al horno. Esta noche veré una peli y luego esperaré a Pedro pero, no quiero que me lleve...


As andainas de Pedro Chosco

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