Fuera se escuchan pájaros y el sonido de una motosierra. Espero que sean los últimos troncos de este invierno. Por aquí todos se quejan de que no ha parado de llover desde que me fui. He vuelto. Hoy no llueve.
El finde cambian la hora, creo que para la buena; la que todos quieren, la primavera se nota mojada pero aparecen las primeras florecillas en la claudieira que hay al lado del gallinero.
Voy a por un café. Mi madre y Sesa vendrán pronto de la marea. Espero que haya sido un buen día.
Para mi seguro. Esta tarde veré a Mó y a Azu, compis del insti, de juergas, de cotilleos. Ahora de cafés e infus. Me pondrán al día de casamientos, nacimientos, libros y labores. Esto último muy de moda.
Desde que la crisis es más crisis que nunca y el paro ya no es aburrido, si no asfixiante, hay más cursos de patchwork, punto de cruz, manualidades, calceta... Hemos vuelto al "corte y confección". Algo de bueno tenía que haber entre tanto caos monetario.
De pequeña mi madre nos cuidaba y en otoño calcetaba jerseys para toda la familia. Uno por mes si era simplemente punto del derecho, punto del revés. Más días si era de "ochos" o tenía alguna filigrana. En ese caso le preguntaba a mi vecina Concha; toda una experta en el arte. Todavía me acuerdo cuando mi abuela era mi abuela y calcetaba para nosotros...
La motosierra ha parado. Son las 11 y media aquí, en mi casa.
Buenos días Jose. Mi hermano se va a trabajar. Recife despierta más tarde.
Hechizo para llenarse la cara de pequitas
Muackiss
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