viernes, 22 de noviembre de 2013

La música de antes

Hoy es la patrona de los músicos, Santa Cecilia.

Banda de música Garrote
Ortigueira, 1886

 DoReMiFaSolLaSi 
SiLaSolFaMiReDo

Todo empezó cuando mi padre nos apuntó a clases de Solfeo con un conocido de la familia.
Horrible, pero a quién no le ha parecido alguna vez horroroso el sol, fa, mi, re, sol....que si la mano para arriba, para abajo, a la izquierda... uff.
Tampoco me gustaba el cuaderno pautado donde escribíamos las escalas, los intervalos, el valor de las figuras, que cuánto vale una negra o una blanca, con puntillo...
¡putas fracciones!
Las siguientes clases de solfeo fueron en Ortigueira en casa Maruxa, en el bajo detrás de unas puertas señoriales y adornos de señora que no dice su edad, ella al piano y nosotros: mi hermano, José de Sargadelos (Xosé, de dónde había salido lo del saludo doblando las rodillas?¿¿Lo recuerdas?), Alba de Espasante..había más en el grupo. ¡Qué mala memoria!
Siempre con las manos hacia arriba (pero no como en la famosa canción de los gorilas) y entonando: do-do re-re mi-mi fa-fa sol-la-sol-fa-mi y el do-si-la-sol-la-si-do-si-la... ¿os acordáis?
Las clases eran los martes y los jueves después de salir del colegio. Era especial porque nos quedábamos Jose y yo en Ortigueira, no volvíamos en el bus como el resto. Además en casa nos daban dinero para comprarnos un bocata (léase bollycao, pantera rosa, tanzanitos...) en las 3 farolas, el súper más mítico de la villa.
¡Qué diferentes eran esos días!
¡Qué felices!

Cuando ya sabías un poco de solfeo debías subir unas escaleras que empezaban en la entrada de la casa y te llevaban caracoleando al primer piso donde te esperaban las huellas de cientos de notas mal tocadas y una veintena de dulces sonidos; un piano con edad de jubilación donde los niños intentábamos tocar una escala entera, como en la tele. Esa hora allí sola era muy, muy aburrida, no veía avance ¡no era lo mío!.

Maruxa nos preparaba para los exámenes que hacíamos cada junio en el Conservatorio de Viveiro. Allí nos esperaba Dulce tocando el piano, la Sra. Aja, Mariño... y no se me olvida la señora que estaba a la entrada... qué cara de mala leche!

Llevábamos creo que dos años en solfeo y desde el Ayuntamiento se ofertaban clases de solfeo por todas las aldeas. Querían reunir a todos los músicos de solera de las desaparecidas bandas que había en Ortigueira hacía más de 30 años y la savia nueva de los inocentes solfeantes sin instrumento.

Clases gratis de solfeo
Avalancha de anotados.
¿qué instrumento te gustaría tocar en la banda?

Casi 100 % eligieron el violín... con los años se acaba odiando un poquito a los serruchos y te alegras de que existan otros como mi segunda opción, la flauta travesera o como decía Jorge de S. Adrián "un pau de metal con furados".


En otro post os contaré alguna anécdota de los casi 10 años tocando con otros bandidos en la banda escuela de música de Ortigueira.

Ahí va un pequeño adelanto:
  • Cariño un 16 de julio de hace años. Concierto a las tres de la tarde en la plaza de la Pulida. Un único asistente. Mi padre. Un concierto a su gusto y dedicado. Aplausos de dos manos.
  • Primer día de banda de Iván. Atril lleno de partituras tamaño A4 y A3.
  • Llorando de risa en Mañón con Kathy. ¿De qué nos reíamos?
  • Ares y su procesión de las ocho de la mañana. Reenganche. Tocaba el "nuestro padre Jesús". Dormida y cuando se paraba el paso... pataplof con el de delante, casi siempre Berta. 
  • El día que dirigí la banda. Mi "Tercio de Quites". Mi pasodoble preferido.
  • Las mil pesetas del mar Mediterráneo
  • Los viajes en bus. Los amoríos. También momentos muy tristes. Otros alegres.
  • Los sujetadores de puntilla de Camariñas.
  • Que si llevámos falda, pantalón, que si los pinkies, la carrera de la media, la gorra se me cae, el puto atril de mano... 
  • Los ventiladores en Loiba. Los primeros humos e hidroxilos.
  • Os acordáis de mis palmas...









  • La salida de bandas, las actuaciones de Suevos por los "carreiros", Sada era fija en agosto, todas las parroquias de la comarca, Paris, las procesiones en barco y en tierra, el intercambio de músicos, los chupitos elixir de juventud de los abuelos, la carne asada con patatas y de primero ensaladilla o callos, las cabalgatas de reyes, la furgoneta de Salgueiro, las sillas, los atriles, los timbales, los nuevos, los que se iban, los que nos fuimos...los que quedan

Cada 22 de noviembre celebrábamos con un concierto y una cena para músicos y socios el Sta. Cecilia.






Clarinando en 1997
Solistas Iván y Jose








 Y como ahora estoy en Polska os dejo con la música de Chopin


Un beso grande a todos los músicos y a Marquitos que está de cumple hoy


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